Cayó la demanda y los trabajadores están preocupados por la complejidad del escenario.
El último aumento del precio del gasoil impactó de lleno en los bolsillos de todas las personas, pero especialmente en aquellas que utilizan vehículos como su herramienta primordial de trabajo. Este es el caso de las empresas de fletes y de transporte, que están preocupadas por su rentabilidad.
Según expresaron desde el sector, no pueden trasladar los aumentos a los precios porque así caerán aún más los encargos. Asimismo, indicaron que tratan de utilizar más los vehículos a gas para reducir costos.
Los fleteros dicen que disminuyó la demanda y que si las cosas a transportar no son de valor, el cliente no solicita el servicio. En esta línea, esperan que la crisis pase y que el Estado piense alguna alternativa para reducir la presión tributaria.
Desde el área de transporte de cargas, Daniel Indart, quien está al frente de la Federación Argentina de Entidades Empresarias del Autotransporte de Cargas, señaló que desde 2013 el sector viene perdiendo rentabilidad y, aunque a partir del año pasado comenzó a repuntar, desde marzo último volvió a caer.
Los camioneros estimaron que las tarifas de transporte de cargas registran un atraso de entre el 25 y el 30 por ciento, en un cálculo que parte de octubre del año pasado, cuando el gobierno nacional liberó el precio de los surtidores.
Fuente: EL DIA